Un paseo por Módena

Caminar por las angostas y pintorescas calles del Centro Histórico de Módena es un deleite para aquellos que gozan de las ciudades con olor a historia y antigüedad.

El escuchar el bullicio diario, el ir y venir de bicicletas con canastas llevando desde las compras del día hasta la mascota favorita, el ver a la gente y su manera de interactuar ya sea en un café, una pizzería o simplemente en cada esquina, o pasear observando atentamente sus edificaciones en las que resalta el gusto por lo sencillo y lo tradicional es algo que merece la pena disfrutar.

Si se tiene la fortuna de estar en invierno, es imposible pasar por alto esos días y noches en los que la neblina cubre sus calles y casas dejando una sensación de estar en otra época. Ni qué decir de los días nevados, es una invitación para el disfrute del hogar y la cocina.

Estando en la “Piazza Grande” no hay que dejar pasar un pequeño lugarcito localizado contraesquina del Duomo donde se preparan unos “panini” y unas pizzas recién horneadas que es imposible no probar, mientras se escuchan las diferentes anécdotas de cuanto pasa por ahí.

Esta ciudad ubicada en el norte de Italia es un lugar que vale la pena conocer tanto por su cocina, su historia y los personajes que aquí nacieron como Pavarotti, Freni, Ruffini y Ferrari.